I Esdras (también llamado Esdras griego o III Esdras) es un libro incompleto y se termina en mitad de una frase. La versión latina completa la frase interrumpida del texto griego, pero el texto en su plenitud probablemente contenía la narración de la Fiesta de los Tabernáculos (Neh. 8). Una característica extraña del libro es el total descuido del orden cronológico. La historia, realmente, va hacia atrás, mencionando primero a Artajerjes (2,16-31), después a Darío (3 - 5,6) y finalmente a Ciro (5,7-73). Todo ello hace difícil detectar el objeto real del libro y el propósito del compilador. Se ha sugerido que tenemos aquí una historia del Templo desde el tiempo de Josías hasta Nehemías, y esta opinión está bien apoyada por la suscripción de la antigua versión latina. Otros suponen que en general el libro es más bien una traducción temprana de la obra del cronista, hecha en un tiempo cuando Crónicas, Esdras y Nehemías aún formaban un solo volumen. Sea lo que fuere, parece que hasta la época de San Jerónimo hubo dudas respecto a la recepción del libro en el Canon; era citado libremente por los primeros Padres de la Iglesia y fue incluido en la “Hexapla” de Orígenes. Esto puede ser explicado con el hecho de que III Esdras puede considerarse como otra recensión (reseña) de las Escrituras canónicas. Sin dudas que este libro no puede pretender ser una obra de Esdras. Por ciertos particulares, tales como el parecido del griego con la traducción de Daniel, algunos detalles de vocabulario etc., los estudiosos pensaron que III Esdras había sido compilado probablemente en el Bajo Egipto, durante el siglo II a. C.[1].Como parte de la traducción griega del Antiguo Testamento muchas de las iglesias orientales lo consideran canónico, mientras que se considera apócrifo en las iglesias y comunidades occidentales y algunas orientales.[2]Las ediciones griegas de ciertas Biblias y sus respectivas traducciones incluyen Esdras Αʹ (que en español se suelen llamar 1 Esdras) y Esdras Βʹ (que se compone de los libros que en español se suelen llamar Esdras y Nehemías, que son los libros canónicos de algunas iglesias occidentales y orientales).